* La gobernadora del
Atlántico, Elsa Noguera, visitó a uno de los 1.650 beneficiarios del programa
‘Semillas de Vida 3.0’, que se adelanta en los 22 municipios del departamento.
* El programa 'Semillas de
Vida 3.0' les brinda actividades de capacitación a los pequeños productores
beneficiarios, quienes cuentan con el acompañamiento agrícola permanente como
parte del proceso para que todos tengan las mejores cosechas.
* La entrega de los kits
agrícolas les permite a los productores tener seguridad alimentaria y generar
ingresos.
En zona rural del municipio
de Santo Tomás, el agricultor Ivaldo Heredia, de 71 años, quien se ha dedicado
a cultivar la tierra desde que tenía 10 años, sembró en dos hectáreas el frijol
y el maíz que le fue entregado, junto a otros 1.649 atlanticenses, en el marco
del proyecto ‘Semillas de Vida 3.0’.
Para conocer el proceso de
siembra y cosecha de Ivaldo, la gobernadora, Elsa Noguera, visitó su cultivo y
recogieron juntos parte del maíz seco que sembró, desde que le fue entregado el
kit agrícola el pasado mes de abril.
“Estamos en el cultivo de
Ivaldo en Santo Tomás, uno de nuestros beneficiarios con el programa ‘Semillas
de Vida’, quien me está enseñando a recoger el maíz y me cuenta que lo usa
principalmente para el alimento de animales, pero también para hacer harina.
Junto a él, 1.650 pequeños productores han estado sembrando y recogiendo sus
cosechas, recibiendo las capacitaciones por parte del Centro Internacional de
Agricultura Tropical y el acompañamiento permanente de nuestro aliado la
Fundación Santo Domingo, logrando con esto tener los mejores resultados en las
cosechas”, indicó la mandataria durante la visita.
‘Semillas de Vida’ es un
programa que lidera la Gobernación del Atlántico desde el año 2020 y ha logrado
beneficiar a 7.103 pequeños productores, que han recibido kits agrícolas para
su seguridad alimentaria y generación de ingresos. En esta nueva versión, el
programa ha llevado a cabo espacios de formación para fortalecer la labor de
las Umata y de los pequeños productores beneficiarios, con la participación del
Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat) en temas como buenas
prácticas agrícolas y de manufactura, así como la implementación de técnicas
agronómicas para la conservación de recursos naturales.
Como reconoce Ivaldo,
gracias a este programa hoy puede contar con una cosecha que le ha brindado
beneficios para él y su familia. “A la Gobernadora le doy las gracias por esta
ayuda, que nos ha permitido a mis primos y a mí sembrar y tener los insumos
necesarios para cuidar el cultivo y cosechar. Nos dieron semillas de frijol y
lo cosechamos, lo vendimos y ya se acabó. Nos queda el maíz seco, porque por el
verde estaban pagando muy poco. En una semana más, recogemos el maíz seco, lo
desgranamos y lo usamos para la venta o los animales que tenemos”, resaltó.
Para el secretario de
Desarrollo Económico, Luis Humberto Martínez, es importante recalcar que,
cuando los agricultores destinan el maíz para dejarlo en seco, la mayor parte
es para el autoconsumo. “Como vemos en el caso de Ivaldo, muchos agricultores
dejan su cosecha de maíz para el consumo de sus animales y, en otros casos,
para el comercio interno; es decir, para la fabricación de bollo cuando el maíz
está verde. Cuando se da en grandes producciones, el maíz seco tiene un
potencial más comercial con algunos aliados comerciales importantes, que
permiten el procesamiento de concentrado para animales”, explicó el
funcionario.
Por su parte, el director
ejecutivo de la Fundación Santo Domingo, José Francisco Aguirre, dijo que “para
erradicar la pobreza y promover la inclusión social, es clave la articulación
interinstitucional. En este punto, el sector empresarial juega un papel muy
importante. Es por ello que, desde la Fundación Santo Domingo trabajamos en
alianza con la Gobernación, impulsando el agro, la seguridad alimentaria y el
fortalecimiento de las capacidades productivas de los campesinos de
departamentos como el Atlántico”, aseguró.
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