Entre acordeones y versos

San Juan del Cesar, Guajira, sus hijos,   sus muzas, sus versos

Por Laura Mendoza

¿Qué tiene la Guajira que siempre ha sido superior a sus males históricos, y persiste en ser feliz, en cantarle al amor, en vestir siempre sus prendas de colores, en mantener esos paisajes de ensueño…en parir gente brillante?

¿Será precisamente su gente?, ¿Será la magia virgen de sus misterios culturales?, ¿Será la alucinante belleza de sus  paisajes?, ¿Serán los mágicos versos que surgen de la fértil imaginación de sus hijos poetas?, ¿será ese sol de oro que cuelga desafiante de su cielo?

¿Será este San Juan del Cesar, de los últimos sesenta años el vientre más fértil para parir genios de las letras?

Indagar qué sector de la Guajira ha parido más poetas es una misión riesgosa. Toda la Guajira es un portento de orgullo por sus hijos ilustres. Por ahí no es la cosa. Indaguemos sólo por los hijos de San Juan del Cesar en estos últimos sesenta años.

Leyendo y releyendo los textos de Roberto Calderón, Marciano Martínez, Hernando Marín, Franklin Moya, Efrén Calderón y otros hijos ilustres de estas tierras, no hay sino  motivos de orgullo. Todos nacieron abrigados por el mismo amor de su tierra, todos fueron amamantados por la misma raza de mujeres indígenas -de sangre noble y corazón de oro- todos crecieron bajo el cálido sol que tanto ha inspirado a sus poetas...todos son representantes de una generación dorada conocida como el Clasicismo Vallenato.

Al estudiar a estos autores, los expertos identifican tres temas en común que han inspirado más de doscientas canciones exitosas en la discografía de los hijos de San Juan del Cesar: La mujer Guajira, Los paisajes de su poblado –en especial el rio Cesar- y el orgullo de su raza.

Todos son versos que construyen amor, que edifican sueños de grandeza, que expresan orgullo. Son versos de talante positivo, que hablan sólo de amor…del amor por una mujer, del amor por la tierra, del amor por la familia. Los escritores nacidos en San Juan del  Cesar, Guajira en estos seis últimos decenios nacieron para engrandecer a su cultura.

“Yo nací en el pueblo, vivo en el pueblo, donde la gente toda es de alma noble y de buen corazón” así describe el compositor Marciano Martínez a su pueblo y a su gente, donde en cada letra de sus canciones hay grandes sentimientos y valores, donde el sentir de las personas es acogedor y siempre te hacen sentir en familia sin serlo.  , 

Martínez  compone de sus vivencias, de la problemática social, pero lo principal es la mujer, todo está centrado en una mujer, donde esa es la musa inspiradora.

¿Será el amor por sus hijos? En 1994 despedimos a un grande de la música vallenata de San Juan del Cesar, reconocido por sus valores artísticos, su carisma y esa impecable forma de ejecutar el instrumento. Daba lo mejor en los escenarios, se trata de Juan Humberto Rois Zúñiga, ¨Juancho Rois¨, quien acompaño en sus correrías a cantantes como Juan Piña, Elías Rosado, Jorge Oñate y Diomedes Díaz.

Juancho Rois no se ha muerto para los Sanjuaneros, ni para los Guajiros. El, desde su digitación con el  acordeón identificó el sentir de los  compositores más representativos de San Juan del Cesar. En su honor, se  construyó la ´Tarima Juancho Rois´ y se instituyó el Festival Nacional Compositores y se le rinde un homenaje con canciones y composiciones tanto a él como a otros intérpretes de la música vallenata que han fallecido siendo oriundos de este municipio. Ya él era inmortal, en esa tarima los guajiros lo verán por siempre sonreír.

El también fallecido Hernando Marín, quien con su Sanjuanerita sigue cautivando los corazones y siendo motivo de enamoramiento para muchos. Es una poesía compuesta y grabada por Rafael Orozco que tiene magia en sus letras: / Sanjuanerita tu;/ eres entre las flores de mi Guajira la más bonita,/

Sanjuanerita tu;/ blanca como las aguas, como la arena de mi provincia/, canciones que son escuchadas y que toman más valor con el pasar de los años.

Por eso una nueva pregunta: ¿Qué será lo que tiene San Juan del Cesar que tiene un vientre tan fértil para parir poetas?